FELICIDADES MAMÁ.

Cuarenta y seis ya. ¿Qué número tan alto, no? Si es que dentro de poco tendré que llevarte a la residencia a rastras. Cuarenta y seis corporales pero estas hecha toda una mozuela adolescente, eh.

Me siento una persona muy afortunada por tenerte en mi vida. Sabes que eres una parte imprescindible en mi y que quiero que lo sigas siendo por muchos años aunque llegue un momento en el que te tenga que limpiar, sabes que lo haré. Cuando te diga que ya encontré la residencia perfecta para ti, es completamente cierto, esa residencia es donde yo esté.

Ya sé que yo soy un borde y tu eres una estúpida pero también sé que podría vivir sin cualquier persona excepto sin ti. Cuando me vaya de aquí (esperemos que sea pronto) voy a quemar el teléfono en llamarte a diario. ¿A quien le voy a contar yo mis tonterías?  ¿Quién me va a gritar por bobadas? ¿Quién me llevará por el camino correcto o, al menos, lo intentará? ¿Quién me avisará del poco futuro que tengo con los hombres? Jajaja

Ya son dieciocho años de aguantarnos mutuamente, tú a mi mil veces más, pero ya nos conocemos demasiado bien. Mucha gente no logra entender que seas esa persona a la que le cuento mis cosas, mis problemas, mis alegrías y mi vida. Me llaman loco y me dicen cosas como “Pero si es tu madre, ¿cómo le vas a contar tu vida amorosa?”, “¿En serio hablas con ella de lo que bebes un sábado?” y “¿Qué te has ido de fiesta con tu madre? ¿En serio?” Y yo les contesto: “Si le cuento mi vida es porque ella es más sabia que yo (no en todo eh :P) y siempre tiene el consejo perfecto para mí, dos relaciones que he tenido y desde el principio me ha dicho que no duraríamos y aquí estoy, soltero.”, “Hablo con ella de lo que bebo un sábado porque no lo tengo que ocultar, señores, mi madre no es boba y sabe que cuando salgo la lio parda, me conoce mejor que nadie ¿Por qué debería ocultárselo?” y “Con mi madre, de fiesta, antes que con todos vosotros. Ella es la más juerguista de todos. No es que mi madre vaya a la fiesta, mi madre es la fiesta.”

Podría ponerme a rememorar muchos capítulos de nuestra vida y no terminar nunca… Bailes por casa al ritmo de “La movida” o bueno, de lo que nos echasen…  Aquella vez que nos pusimos a hacernos fotos desde la ventana, cuando me castigaste fuertemente y con toda la razón del mundo, innumerables momentos en la cocina de cotilleo puro y duro, aquella vez en la caléndula que te enseñé quien era “El rollo”, cuando de repente aparecí por casa con un chico y te dije mira: se queda a dormir y miles de consejos dados.

No me quiero olvidar de darte las gracias por haberme animado a seguir con el ballet, sabes que no lo pasé muy bien en alguna que otra ocasión pero tu siempre estuviste ahí para darme un par de golpecitos en la espalda y no dejarme tirar la toalla. Sin una madre como tú, seguramente yo ahora estaría estudiando algo completamente diferente.

Gracias por todo lo que me cuidaste de pequeño, por dejar que yo solo me diese unas cuantas hostias y aprendiese a no volver a pegármela.

Gracias por enseñarme a querer, no he visto nunca a nadie que quiera más a su familia, por encima de todas las cosas y todas las circunstancias. Pase lo que pase eres tu la fuerte, la que tira de nosotros y si ve que no podemos nos pega una patada en el culo para que avancemos.

Gracias por no desistir conmigo, sé que soy un borde y un gilipollas y que muchas veces pago las cosas contigo cuando en realidad no debería. Pero tú estas ahí para recibir un grito y luego mandarme a la mierda.

Gracias por no perder la confianza en mí después de millones de cagadas monumentales. En este tiempo he metido la pata en todas las ocasiones posibles. No se como lo hago pero siempre termino cagándola y tu, aun así, sigues confiando en mi.

Creo que ya comienzo a repetirme pero es que no quiero que te olvides nunca de que sin ti yo no sería quien soy. Quiero que tengas muy claro que pase lo que pase yo nunca te dejaré de lado. Eres lo más importante que hay en mi vida en estos momentos y no quiero que lo dejes de ser NUNCA.

TE QUIERO CON TODO MI CORAZÓN MAMÁ.

 

 PD: Espero que este mostruo peludo siga siendo mi ángel por los siglos de los siglos.